Devocional de Hoy

Devocional de Hoy

LUNES, 4 DE ABRIL DE 2022

Si el Señor quiere

Ahora escuchen esto, ustedes que dicen: «Hoy o mañana iremos a tal o cual ciudad, pasaremos allí un año, haremos negocios y ganaremos dinero». ¡Y eso que ni siquiera saben qué sucederá mañana! ¿Qué es su vida? Ustedes son como la niebla, que aparece por un momento y luego se desvanece. Más bien, debieran decir: «Si el Señor quiere, viviremos y haremos esto o aquello».
- Santiago 4:13-15

¿Te has visto sorprendido alguna vez por un cambio inesperado en una situación de la que estabas totalmente convencido? ¿Alguna vez te has arriesgado a dar garantías basadas en expectativas futuras? A pesar de tener poca certeza sobre el futuro, a diario nos vemos tentados a tomar decisiones basadas en presunciones personales... Aprendemos a planear y asumir compromisos contando con corazonadas sobre lo que sucederá, cosas que somos incapaces de garantizar.

A través de los versículos de hoy aprendemos que tanto la vida como la capacidad para hacer cualquier cosa vienen exclusivamente de Dios. Él no se limita a nuestra agenda. Podemos soñar y planificar, pero el mañana no nos pertenece. Si piensas bien verás que no tienes el control ni puedes dar garantías de nada de lo que acontece en tu vida. Por eso, intenta incluir «si Dios quiere» en tus planes y sueños, confiando humildemente en el Señor que es todopoderoso.

Depende del Señor y confía en su querer:

  • Ora y coloca en las manos de Dios tu día y todo lo que deseas hacer.
  • Agradécele por la vida, por las victorias y conquistas que has alcanzado.
  • Sueña y planifica tus días (futuro) recordando siempre que quien controla totalmente todas las cosas es Dios.
  • Sométete a la voluntad de Dios. Añade la expresión «si Dios quiere» a tu hablar, a tus decisiones y a tus planes futuros.
  • Confía tu camino y futuro en las manos del Señor. Tus proyectos se confirmarán si Dios así lo permite.

Para orar:

¡Señor Dios, tú eres soberano! Te agradezco porque toda la vida está bajo el control de tus manos. Perdóname por la presunción de asumir que siempre puedo controlar mi vida y el futuro. Entrego todos mis sueños y planes a tus cuidados. Ayúdame a confiar en ti y en tu amor por mí, hoy y siempre. Amén.