5 PANES PARA EL MUNDO ENTERO

🔊📖🐔 EL CANTO DEL GALLO

🗓️ Jueves, 26/6/2025

Serie: 5 Días de Gracia 5️⃣🙏🏻

EP#4: 5 PANES PARA EL MUNDO ENTERO

📖 Lectura: Mateo 14:13-21.

Jesús recibe la noticia de que Herodes Antipas ha asesinado a su primo, Juan el Bautista. Lleno de tristeza: Quiere ir a un lugar aparte, estar con los suyos, descansar del trajín de los días. Y probablemente, llorar. Se suben a la barca y empiezan a cruzar el lago, necesita irse del lugar en el que gobierna Antipas. Pero la gente lo ve irse y empiezan a perseguirlo. Muchos, corren alrededor del lago para alcanzarlo. Al llegar, Jesús se encuentra con una multitud interminable de personas. La mirada de Jesús atraviesa sus corazones: están perdidos, como ovejas que no tienen pastor. Su corazón se mueve a misericordia, sus entrañas anhelan hacer algo por ellos. Así que pone de lado el descanso tan necesario y empieza a enseñarles y a sanar a los enfermos. Son 5000 hombres, alrededor de 15000 personas contando mujeres y niños. Jesús pasa entre ellos, los toca, los sana, quiere darles vida. Pero el día empieza a acabarse y allí no hay nada para comer. Los discípulos sugieren que mejor los despida, así ellos podrán ir a comprar su propio alimento. Pero Jesús responde una frase que cambiará su mundo:

Denle ustedes de comer.

Yo no sé todos los pensamientos que cruzaron por la cabeza de ellos. Uno hizo cuentas rápidas: ni trabajando medio año podrían pagarles una comida. Otro pensó en cómo haría para traer hasta este lugar tan remoto todo lo que necesitaban. Se habrán rascado la cabeza pensando en cómo solucionarlo. Andrés, estaba jugando con los niños cuando vio que uno de ellos había llevado 5 panes y dos peces. ¿Pero de qué sirve tan poco cuando hay que alimentar a 15000 personas? Sin embargo, el buen pastor siempre sabe cómo alimentar a las ovejas. Les pide que se sienten sobre la hierba. Toma los 5 panes y los dos peces. Levanta sus ojos al cielo, una sonrisa magnífica cubre su rostro. Jesús agradece, mirando al Padre a los ojos le da gracias porque estos 5 panes son suficientes. Me hubiese encantado escucharlo orar. Sus palabras, según la tradición registrada, eran una oración bien conocida “Bendito seas tú, Jehová nuestro Dios, Rey del mundo, que haces brotar pan de la tierra” Nadie entiende nada. Jesús empieza a partir y a repartir y pronto todos comen hasta saciarse. Cada discípulo junta una canasta entera de sobras. No pueden creerlo. 

Mientras pensaba en estos 5 panes, me di cuenta de la cantidad de veces que hemos menospreciado este pedido del Señor: Denle ustedes de comer. Mi mente suele nublarse con los mismos pensamientos. ¿Qué son los 5 panes que tengo, para alimentar al mundo entero? ¡Tengo tantas excusas Señor! Me avergüenza la cantidad de respuestas sin fe que te he dado. 

Porque los veo. Los veo con grandes ojeras, pidiendo plata en el semáforo. Los veo con los ojos vidriosos a la salida de la reunión con ganas de encontrar a alguien que pueda, escuchar siquiera, todo su dolor. Los veo sentados en un banco de hospital, con sus miradas perdidas en un trozo de papel con malas noticias. Los veo con el corazón roto, porque han sido vencidos por el engaño, han roto sus familias, han destruido sus futuros. Las veo solas con sus hijos, tratando de salir adelante y sigo como si no viera todo su cansancio, como si no hubiese sentido sus noches sin descanso, su anhelo por un segundo de calma. Los veo Señor, alejándose despacito, dejando las reuniones, dejándote a ti. Pero estoy haciendo tantas cosas que no hago nada para sujetarlos, para alimentarlos, para darles descanso. Ojalá mi corazón se conmoviera al verlos. Ojalá fuera más como Jesús. Él les hubiera dado de comer y les hubiese saciado del pan de vida. Él les hubiese escuchado hasta que sus lágrimas dejen de ser. Él les hubiese abrazado hasta romper todos sus miedos. Él se hubiese ofrecido a cuidar a sus hijos para que tengan descanso. Él no les habría soltado. Nunca. De ninguna manera. 

¡Perdón Señor! Por pensar siempre que, si 5 panes no alcanzan para el mundo entero, mejor no hago nada.  ¡Perdón Señor! Porque pude ser tus manos dadivosas y no lo fui.  Pude ser tu abrazo cálido. Tu hombro reconfortante. Tu oído atento. Tu corazón compasivo. Pude dar un plato de comida y me negué. Señor yo no quiero solo verlos. Quiero verlos y ser movida a misericordia como te mueves tú cuando nos ves a nosotros. 

Hoy quiero mirar al rostro del que puede hacer brotar pan de la tierra y saciar la cantidad de gente que anda como oveja sin pastor. Y quiero estar dispuesta. A escuchar su pedido y ver el milagro. Quiero recoger la cesta llena de sobras de toda su abundancia. ¡Ayúdanos Señor! Queremos tener tu corazón. AMÉN. 

📲 FRASE DEL DIA: Quiero recoger la cesta llena de sobras de toda su abundancia. ¡Ayúdanos Señor! Queremos tener tu corazón. AMÉN. 

🖋️ Rocio Delgado