LA IGLESIA SENCILLA es SALUDABLE /2:37-47/ (XIII)  Factor 12- Congregación

🔊📖🐔 EL CANTO DEL GALLO

🗓️ Miércoles, 29/10/2025

Serie: Hechos para una iglesia sencilla 💒 

EP#33 LA IGLESIA SENCILLA es SALUDABLE /2:37-47/ (XIII) 

 Factor 12- Congregación 

📖 Lectura: Hechos 2:42, 46; 44:31 , 12:12, 20:7-8… “Y perseverando unánimes cada día en el templo, y partiendo el pan en las casas, comían juntos con alegría y sencillez de corazón” (Hch. 2:46)

 Desde los primeros días, los creyentes se reunían con regularidad , no por costumbre, sino porque la vida cristiana florece en comunidad. Hechos 2:46 nos dice que “cada día, unánimes en el templo y en las casas, partían el pan” . Cuando hablamos del templo, no nos referimos a lo que conocemos hoy: se trataba del templo de Herodes, un espacio amplio, casi como una plaza cubierta, donde muchos podían reunirse para aprender y adorar juntos. Generalmente se reunían en el pórtico de Salomón.

 Sin embargo, el corazón de la iglesia siempre estuvo en lo doméstico . Hasta el siglo IV, las casas eran el lugar preferido para congregarse. Allí había intimidad, cercanía y cuidado mutuo, y era donde se vivía la enseñanza de Jesús de manera práctica. Cada iglesia de una ciudad se conformaba de varias iglesias en casas, y en esos encuentros se podía aprender de manera activa, participando en oración, enseñanza, comunión y servicio. Las cartas apostólicas se leían en estos encuentros, mostrando que la iglesia no dejaba de congregarse como algunos tienen por costumbre (He. 10:25).

 Ese versículo no habla de asistir pasivamente , ni de “presentarse para recibir”. Habla de participar activamente, sostenerse unos a otros y vivir la vida cristiana en comunidad. Es decir, estar presente, sí, pero sobre todo para edificar y ser edificados, para exhortar, animar, orar y compartir la vida. El “unos a otros” es la clave: el cristiano no se aísla, sino que crece y sirve en la relación con los demás.

 Lo doméstico no era secundario ni limitado. Casas como la de María, madre de Juan Marcos, se convirtieron en centros de oración y encuentro (Hechos 12:12). Incluso en Troas, Pablo enseñaba y compartía con los discípulos en una casa, de noche (Hechos 20:8-11). Estos encuentros eran espacios de formación, participación y discipulado, donde todos podían involucrarse y aprender activamente, y no solo escuchar pasivamente.

Como escribe Frank Viola hablando de esa iglesia doméstica de los Hechos: “La iglesia del siglo I no era un lugar donde los discípulos iban; era un pueblo que caminaba y se reunía en comunidades de casas donde todos participaban” . La verdadera congregación no es un ritual ni un presentismo, sino un compromiso con la comunidad, unirse para edificar y sostenerse unos a otros.

 ¿Sabes cuál es la temperatura ideal que el termostato del Espíritu nos propone? Hechos 2:46 nos dice que comían juntos con alegría y sencillez de corazón. Si lo traducimos a sensores espirituales, son cuatro: 1- participación (cada uno involucrado), 2-unidad (estaban juntos y en armonia), 3-alegría (habían emociones genuinas que celebran a Dios) y 4-transparencia (sencillez de corazón). Va la pregunta: ¿cuál es la temperatura en tu congregación? ¿Se sienten estos cuatro sensores funcionando en los encuentros? Sino es así, entonces comienza a hacer funcionar los tuyos. 

📲 La Frase: Al congregarse la iglesia sencilla experimenta: participación, unidad, alegría y transparencia. Sin estos sensores no se respira vida. ✍🏻 (HAG)