🐔📖 EL CANTO DEL GALLO
Serie: 🥅EL EQUIPO DEL CARPINTERO
DIA NUEVE- JUAN, el discípulo amado: Sus Ojos
📖 LECTURA “… entonces aquel discípulo a quien Jesús amaba dijo a Pedro: ¡Es el Señor!” (Jn. 21:7)
Zlatan Ibrahimovic, a sus cuarenta años, es reconocido como el delantero con mejor visión periférica. Se comprobó que en solo tres movimientos de ojos escanea su zona, evalúa variables, y alcanza rápidamente la mejor posición de ataque y ejecución. Y evaluando a los jugadores de Jesús, no hay duda que Juan el amado era quien tenía la mejor visión periférica.
¡Cuántos cambios de visión experimentó Juan! Vio a Jesús levantando niños y también derribando mesas y sillas. Le observó llamando con autoridad a Lázaro para resucitarle; y gimiendo en agonía al Padre en Getsemaní. Él vio como los labios del Maestro tenían respuesta para todas las preguntas capciosas, pero también le vio enmudecer y no abrir su boca al ser llevado al matadero.
La escena en el mar de Tiberias parecía un ´Dejavu´. El grupo de discípulos intentó pescar infructuosamente toda la noche. Y en el amanecer alguien preguntó: ¿Tienen algo para comer? Y después del NO de frustración, el extraño les dijo “echen la red a la derecha” y allí 153 peces se precipitaron para ser atrapados. Juan lo identificó ¿Qué habrá sido? ¿Algún ademán, alguna postura, la inflexión de su voz, el perfil de su persona? Fuera lo que fuera. Juan no tuvo dudas. Miró sonriendo a Pedro y le dijo “míralo bien, ¡es el Señor! ¡Es el Señor!”
¡Es el Señor! Cuando las cosas no salen bien y la voz inspirada te dice qué hacer, recuerda ¡Es el Señor! Cuando las fuerzas se agotan y crees que la red de tu salud se romperá, mírale ¡Es el Señor! Cuando una noticia inesperada llega a tu vida, no lo dudes ¡es el Señor! Cuando ves que hay progreso espiritual no te felicites… ¡Es el Señor! ¿Agotado? ¿Suples las necesidades de otros y nadie las tuyas? Aliéntese tu corazón, mi hermano, pues hay quien te espera con un desayuno suculento. ¿Sabes de quien se trata? Si… ¿Es el Señor!
📲 LA FRASE DE HOY: La mejor visión periférica la tienen quienes ocupan todo su campo visual con el Señor.