🔊📖 EL CANTO DEL GALLO
🗓️ Martes 18/7/23
SERIE: LEGADO 🌳
HOY: ABRAHAM A ISAAC: DIOS PROPONE UNA FE INDEPENDIENTE.
📖 Entonces habló Isaac a Abraham su padre, y dijo: Padre mío. Y él respondió: Heme aquí, mi hijo. Y él dijo: He aquí el fuego y la leña; mas ¿dónde está el cordero para el holocausto? Y respondió Abraham: Dios se proveerá de cordero para el holocausto, hijo mío. E iban juntos. Y cuando llegaron al lugar que Dios le había dicho, edificó allí Abraham un altar, y compuso la leña, y ató a Isaac su hijo, y lo puso en el altar sobre la leña. GENESIS 22:7-9
Venimos de Abraham expulsando a Ismael, y leemos como Abraham lleva al altar del sacrificio a Isaac. Ojo! No es una película de terror… es una escuela de honor, una donde Abraham legaba como maestro, lo que Dios le estaba enseñando a él, que sin Dios no se puede y que todo lo que tengo es de Él.
Abraham era un constructor de altares. Cuando Dios lo llama en la tierra prometida, construye un altar de adoración. Al pasar por Bet-el edifica un nuevo altar de adoración. Cuando vuelve de Egipto pasa por Bet-el, vuelve a restituir el altar para adorar. Cuando Abram se separa de Lot, Dios vuelve a animar su corazón confirmando su promesa sobre la tierra y nación, y volvió a construir un altar en Hebrón y adoro a Dios. Ninguno de estos tendría la carga emocional del de Génesis 22 cuando sobre el altar debía adorar entregando a lo que más amaba y se aferraba: a su hijo.
Leemos este pasaje una y otra vez y no dejamos de imaginar el dolor de Abraham, pero ¿qué de la experiencia de Isaac? Este muchacho de entre 17 y 20 años era lo suficientemente grande, consiente y fuerte como para poder sospechar al menos cómo se venía presentando la situación. También contaba con los recursos suficientes para librarse y escaparse o, atinar hacerlo. Nunca fue su intensión hacerlo porque siempre entendió que lo más importante es el altar de adoración. En las buenas o en las malas… el agradar a Dios es lo mejor.
Abraham construyó un altar de adoración al recibir la promesa, pero también para sacrificar a su hijo. Una vida de adoración se cultiva construyendo la relación con Dios en los tiempos de bienestar, y se confirma practicando lo aprendido en el tiempo de la prueba.
El legado de hoy nos desafía a cultivar nuestra fe independiente de las circunstancias de la vida, y dependiente de las promesas de Dios.
🅛🅐 🅕🅡🅐🅢🅔: Por una fe independiente de las circunstancias de la vida y dependientes de la promesa de Dios. Javier e Ingrid