🔊📖 Centro Cristiano y Misionero Eternidad
🗓️ Viernes, 28/7/23
SERIE: LEGADO 🌳
HOY: ELI A SAMUEL: ES LA VOLUNTAD
📖 El Señor volvió a llamar a Samuel por tercera vez. Y él se levantó, fue a Elí y dijo: Aquí estoy, pues me llamaste. Entonces Elí comprendió que el Señor estaba llamando al muchacho. Y Elí dijo a Samuel: Ve y acuéstate, y si Él te llama, dirás: «Habla, Señor, que tu siervo escucha». Y Samuel fue y se acostó en su aposento. 1 Samuel 3: 8 y 9
El legado de hoy, nos lleva a desear escuchar con claridad la voz de Dios. Qué difícil se nos hace saber interpretar Sus códigos. Conocer cuál es la buena voluntad de Dios es un desafío de aprendizaje continuo.
¿Cuál es la persona preparada para mí? ¿Cuál es la carrera o trabajo que tengo que elegir? ¿Debo o no cambiar de trabajo, y a cuál? ¿La decisión económica que estoy tomando es o no de Dios? ¿Cómo aconsejar correctamente a mis hijos y cuidar su salud emocional? ¿Es hora de cambiar de rumbo o seguir en dónde estoy?
Infinidad de preguntas vienen a la mente mientras más meditamos sobre la voluntad. Cuanto más fácil sería abrir la Biblia y leer con certeza la respuesta correcta a la pregunta inquietante. Dios no funciona por magia.
La revelación a nuestras inquietudes no surge de una voz mágica o de un texto revelador, sino de saber entender que el que está hablando es Dios. Entender a Dios, nos lleva a una búsqueda impaciente sobre el libro que lo tiene como protagonista: La Biblia. Nos conduce al encierro de la oración para agudizar el oído al sonido más sensible. Nos lleva a la asistencia perfecta para fortalecer la comunión.
Pero es que, aun siendo el mayor de los teólogos del planeta, podríamos no interpretar con claridad la voluntad de Dios y errar en la decisión, porque este entender no se apoya solo en el saber, sino en el reconocer.
Reconocemos que viene de Dios cuando trae paz al corazón, y reconocemos que es de Dios cuando la intranquilidad nos empuja a salir de ese lugar.
El legado de hoy no agudiza el oído, sino el corazón. No busca respuestas mágicas, sino paz en medio de las preocupaciones.
📲 LA FRASE: Si queremos entender a Dios, no hay que agudizar la razón, sino el corazón. Javier e Ingrid