Jugate todo al cuarenta

🔊📖🐔 EL CANTO DEL GALLO

🗓️ Viernes, 25/8/2023

Serie: 📚 SERIE VARIEDADES CON Y SIN DIOS

EP#5 Jugate todo al cuarenta 

📖 En seguida el Espíritu lo impulsó a ir al desierto, y allí fue tentado por Satanás durante cuarenta días. Marcos 1:12 y 13

A quien se juega la vida y los bienes en el juego de azar, se le llama “timbero”, burrero si apuesta a las carreras de caballos o quinielero a quien juega de manera contumaz a quinielas, loterías, tómbolas, etc. Estos personajes dan crédito a sus los sueños asociándolos a una tabla de números. En Argentina y Uruguay, la tabla de los sueños, proviene de Nápoles, la tabla Smorfia, creada por el dios griego del sueño Morfeo, que dio base a la tabla de números criollos. En ella, el 40 representa al médico, en otras es el cura… solo superstición.

Lo que sí es verdad es que el número cuarenta es muy importante en la Palabra Divina ya que aparece 146 veces en la Biblia, asociada a un período de prueba y dificultad, en Génesis 7:12 “Y hubo lluvia sobre la tierra cuarenta días y cuarenta noches”; refiriéndose a la duración de los reinados de los tres primeros reyes de las doce tribus de Israel.  Saúl, David y Salomón (cuarenta años cada uno). El 40, también aparece como fortalecimiento y renovación en períodos de ayuno de Moisés, Elías y Jesús. 
    Lo cierto y verdadero es que para Nuestro Padre el número cuarenta no es un juego de azar, Dios muestra a su pueblo y a sus emisarios, la importancia de aquello que está viviendo con períodos de 40 años.
     
La expresión popular “cantar las cuarenta”, hace referencia a reprender o corregir a alguien usando la verdad como argumento y que deja a quien es corregido sin argumentos para defenderse, lo mismo que hace Dios Padre cuando corrige y encamina o cuando prepara para una misión difícil (40 días, 40 años). Nada en la Biblia es azar o casualidad, si Dios te corrige “cantándote las cuarenta”, acepta la corrección, arrepiéntete, pide perdón y vuelve a sus brazos.

📲 FRASE DE VIDA: Mas vale soportar 40 días en el desierto que un minuto en el infierno