🔊📖 ᴄᴇɴᴛʀᴏ ᴄʀɪsᴛɪᴀɴᴏ ʏ ᴍɪsɪᴏɴᴇʀᴏ ᴇᴛᴇʀɴɪᴅᴀᴅ
🗓️ Martes, 5/9/23
🔟 SERIE: CÓDIGO DIEZ
Día 02: Primer Mandamiento: HAY UN SOLO DIOS
📖 Lectura: “El primero mandamiento de todos es: Oye Israel; El Señor nuestro Dios, el Señor uno es. Y amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente, y con todas tus fuerzas. Este es el principal mandamiento.” (Mr. 12:29, 30)
El Señor uno es. “El Señor nuestro Dios, el Señor uno es”. Nuestro Dios es UNO, es invariable, eterno, exclusivo. Él es UNO y pide ser el UNO en tu vida y en la mía. Elton Trueblood señala en uno de sus libros que el número UNO es diferente de cualquier otro número. El uno es singular mientras que los demás números no importa cual sea su valor, siempre son plural. Un hombre que tiene varias esposas, no importa si tiene dos o doscientas: es polígamo, mientras que el que tiene una sola mujer es diferente, es monógamo, y ama a una sola. Lo mismo con respecto a la adoración a Dios. Que podamos decir “yo amo solo a uno, a Dios”.
Y amarás . “Y amarás al Señor tu Dios”. “¿Me amas?” Esa es la pregunta que se hacen los enamorados entre sí. Ellos preguntan acerca del amor que el otro tiene hacia él. El amor humano se alimenta con amor. Si la persona tiene señales de amor de parte del otro entonces su amor hacia él, aumentará. Aquí reside una gran diferencia entre el amor humano y el amor de Dios. “Más Dios muestra su amor para con nosotros en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros” (Ro. 5:8). El amor de Dios no se despierta porque nosotros le amemos. Pero nuestro amor hacia Dios tiene origen divino “nosotros le amamos a Él, porque Él nos amó primero” (1ª Jn. 4:19). Dios no te pide que le ames porque lo necesite. Él quiere que voluntariamente le ames por lo que Él es para ti... el número UNO.
Con todo . “Y amarás al Señor tu Dios con todo” ¡Ah, si hiciéramos las cosas para Dios con todo! ¿Cuánto es “con todo” según Dios? Con todo es entregar todo, como la viuda pobre. Es renunciar a todo, como los apóstoles. Es desechar todos los logros, como lo hacía Pablo. ¿Qué hemos dejado por Él? ¿A qué hemos renunciado, mi hermano, por Su causa? ¿Qué le podríamos tu y yo contestar al que en la cruz lo dio todo por amor? ¡Que poco que es mi amor por Él! ¿Coincides conmigo? Hoy el amado se acerca y te pregunta “¿Me amas más que estos?”. ¿Con todo el corazón? ¿Con toda tu alma? ¿Con toda tu mente? ¿Con todas tus fuerzas?
Oremos: “Tu Señor que lo sabes todo, que tengas todo de mí. Pues ¿A quién tengo yo en los cielos sino a Ti? y fuera de Ti nada deseo en la tierra. Amén”
🛐 Él quiere que voluntariamente le ames por lo que Él es para ti... el número UNO.
(HAG)