🔊📖 ᴄᴇɴᴛʀᴏ ᴄʀɪsᴛɪᴀɴᴏ ʏ ᴍɪsɪᴏɴᴇʀᴏ ᴇᴛᴇʀɴɪᴅᴀᴅ
🗓️ Martes, 12/9/2022
🔟 SERIE: CÓDIGO DIEZ
Día 7: Cuarto Mandamiento: Guardarás el día de reposo (I)
📖 Lectura : “Acuérdate del día de reposo para santificarlo” (Ex.20:8)
Todos y cada uno de los mandamientos tienen principios que los sostienen y apuntan siempre al carácter de Dios. Y entre estos preceptos hay uno que dice “guardarás el día de reposo”. Este mandamiento no se reitera como tal en el Nuevo Testamento ya que era una señal no para la iglesia, sino para el pueblo de Israel (Ex. 31:12-17), por esto nadie nos debe juzgar en cuanto al guardar el sábado (Col 2:16, Ro. 14:5-10). Este mandato se da en el Sinaí y al pueblo de Israel. En la cruz, este precepto, quedó clavado (Col. 2:14-15). Bien dijo un predicador de antaño “la ley nos lleva hasta la cruz, no más allá”. Pero detrás de este mandato hay un principio que sí debemos obedecer. Uno de cada siete días debe ser reposo.
El Dios de los principios . Tenemos un Dios que nos ha rodeado de principios tanto en la parte natural, moral y espiritual. La tierra es más productiva cuando se la deja descansar un día entre siete y un año entre siete. Los hombres funcionan mejor si descansan un día de entre siete. Dios es el diseñador de este modelo y si en Su manual tenemos este principio debemos respetarlo. ¿Qué le sucedió al pueblo de Israel por no respetar ese tiempo de descanso de la tierra? Dios se encargó de un reposo impuesto: setenta años de cautiverio que representaron los setenta años que la tierra no reposo (Lv. 25:4, 26:34-35; Jer. 25:11, 29:10; 2ª Cr. 36:21). Dios se encargó que el principio se cumpliera.
¿Y tu reposo? Nuestro cuerpo necesita el “recreo” que poca importancia le damos. Y si no lo tomamos Dios se encargará que lo tomemos, aunque deba hacerlo en la cama de un Hospital. ¿Estás, mi hermano, caminando más rápido que el Señor? ¿Te has sobrecargado de trabajo para dar más estabilidad a tu familia? No pienses que ese Dios de principios haya dejado los suyos en el desierto junto a las carpas de Israel o en Jerusalén, en el palacio de David. Él te hablará, te detendrá y te postrará si así es necesario. Muchas de mis contracturas y de las tuyas se deben a no dar al cuerpo lo que es del cuerpo, descanso. Necesitamos disfrutar salidas en familia, juego con los niños, un día de campo, música, cosas que si no lo hacemos de pie... será difícil en una cama de hospital. ¿Estás sobre exigido mi consiervo? ¿Vives tu vida con los minutos contados? Me pasa a menudo. No seamos sordos a la invitación del Maestro “venid vosotros aparte a un lugar desierto, y descansad un poco”
(HAG)