Sexto Mandamiento: PALABRAS QUE MATAN (II)

🔊📖 CENTRO CRISTIANO Y MISIONERO ETERNIDAD 

🗓️ Martes, 19/9/2023

🔟 sᴇʀɪᴇ: ᴄᴏ́ᴅɪɢᴏ ᴅɪᴇᴢ 

 Día 12: Sexto Mandamiento: PALABRAS QUE MATAN (II) 

 📖 Lectura : “No matarás” (Ex. 20:13)

Era el 14 de octubre de 1998. La mujer debía sentarse junto a un señor de raza negra y llamó a la azafata pidiéndole que la cambiara de asiento porque “no podía sentarse al lado de una persona tan desagradable”. La azafata de la British Airways explicó que el lugar estaba lleno, y trataría de buscar un sitio en primera clase. Al rato la azafata volvió y dijo: "Discúlpeme señora, efectivamente todo el vuelo está lleno, pero afortunadamente encontré un lugar vacío en primera clase. Para hacer este cambio tuve que pedir autorización al capitán, que me indicó que no se podía obligar a nadie a viajar al lado de una persona tan desagradable." La señora, con una sonrisa de oreja a oreja, comenzó a pararse, pero la azafata se volvió hacia el hombre de color y le dijo: "¿Señor, sería usted tan amable de acompañarme a su nuevo asiento?". Todos los pasajeros aplaudieron; ese año, la azafata y el capitán fueron premiados por esa actuación. Ojala todos los ataques verbales terminaran en escenas como esta; pero en nuestro mundo, la mayoría de las veces, las palabras hirientes producen daños que no se curan con gasa y alcohol.

 Quitando la vida con las palabras “Oísteis que fue dicho a los antiguos: no matarás; y cualquiera que matare será culpable de juicio. Pero yo os digo que cualquiera... que le diga: Fatuo (a su hermano), quedará expuesto al infierno de fuego” (Mt. 5:21-22). Jesús dijo “de toda palabra ociosa que hablen los hombres, de ella darán cuenta en el día del juicio” (Mt. 12:36). Estamos en un siglo hiperparlante, todos piden su derecho a opinar, y aún los jóvenes se maltratan verbalmente insultándose entre ellos, gritan a sus padres, y les dicen frases irrespetuosas. Bien dice el sabio Salomón “en las muchas palabras no falta pecado; pero el que refrena sus labios es prudente” (Pr. 10:19)

 Entre balidos y balas. ¿Sabías que un rebaño se parece a un campo de batalla? Porque en ambos “una bala por aquí y otra bala por allá” (ja, ja). Pero a veces, en algunas iglesias hay hermanos que en su hablar se parecen más a mercenarios que a ovejas del rebaño. Tal vez, tú que lees has ofendido a algún sobreveedor, o hermano responsable. Quizás has discutido acaloradamente con otro hermano en la fe, y ahora te das cuenta lo que has hecho. ¿Será necesario explicar lo que debes hacer? Pide perdón. Los verdaderos corderos son mansos. Ve, antes que el herido sea llevado a primera clase, cerca del piloto.

(HAG)