🔊📖 CENTRO CRISTIANO Y MISIONERO ETERNIDAD
🗓️ Jueves, 21/9/2023
🔟 SERIE: CÓDIGO DIEZ
Dɪ́ᴀ 14: Sᴇ́ᴘᴛɪᴍᴏ Mᴀɴᴅᴀᴍɪᴇɴᴛᴏ: NO ADULTERES
📖 Lectura: “ No adulterarás” (Ex. 20:14)
Este es uno de los mandamientos más quebrantados en la actualidad. Los medios de comunicación y redes sociales son cordeles con los que Satanás teje su lazo. Él enlaza el cuello de los incautos llevándolos presos tras los barrotes de la lascivia, pornografía y sexo antes y fuera del matrimonio. Jesús dijo “oísteis que fue dicho no adulterarás pero yo os digo que cualquiera que mira una mujer para codiciarla en su corazón, ya adulteró con ella en su corazón” (Mt. 5:27-28).
La rosa del moño . Un grupo de doce parejas de novios fue convocado por un profesor de ética, quien les trajo trece rosas. Entre todos escogieron la flor más linda y le ataron un moño. Hizo pasar uno por uno a los varones a una pieza, donde les pidió que trataran a la rosa del moño, de la manera que trataban a sus novias cuando estaban a solas. Luego de la experiencia puso esa rosa con las otras y pidió a cada uno que escogiera una rosa para su novia. Ninguno de los jóvenes escogió la rosa del moño ¿Sabes por qué? Porque era la más manoseada.
Tu mente ¿Un Horeb o un balcón? Moisés estando en el monte Horeb, vio una zarza que ardía y no se consumía y el Señor le dijo “quita el calzado de tus pies porque el lugar que pisas santo es” . Pero David estando en su balcón miró una mujer, la codició y la tomó. ¿Cuál era la diferencia en ambos? Moisés estaba con las ovejas cumpliendo su labor, pero David estaba de licencia. A Moisés, la conciencia de estar ante un Dios santo le llevó a pisar con cuidado, pero a David la pereza le llevó a la caída. ¿Qué lugar pisan tus pensamientos? Nuestra mente es más rápida que internet y puede navegar por sitios insospechados. Somos bombardeados constantemente por basura. Por ello debiéramos dejar que Dios encienda, más a menudo, una zarza que no se consume en nuestras mentes.
Los límites de la santidad . ¿Cuándo comenzaron a caer los hombres de Dios? David antes de caer desde un balcón a la codicia sexual, dejó de luchar las batallas de Dios. Amnón antes de recostarse para comer del plato de la fornicación, se rodeó de amigos impíos. Sansón antes de dormir sobre las rodillas del adulterio ingresó en el territorio enemigo. Los límites de nuestra santidad no se marcan por un credo o un sentimiento, sino por nuestros pensamientos. Recuerda esto “las pruebas vienen de afuera, pero las tentaciones vienen de adentro”. “Señor, en este día no nos dejes caer en la tentación más líbranos del mal y del maligno” . Amén
(HAG)