Una chica esclavizada, pero que no guarda rencor

🔊📖🐔 EL CANTO DEL GALLO

🗓️ Jueves, 9/11/2023

Serie: 🗣️ ELISEO Y NAAMÁN 🏊

NAAMÁN – CUANDO LAS APARIENCIAS ENGAÑAN

EP#4 Una chica esclavizada, pero que no guarda rencor

En la historia de Naamán encontramos otro personaje que aparenta una cosa, pero resulta otra. Es una sencilla esclava, pero con una actitud determinante. En 2 Reyes 5:2-3 leemos: “Y de Siria habían salido bandas armadas, y habían llevado cautiva de la tierra de Israel a una muchacha, la cual servía a la mujer de Naamán. Esta dijo a su señora: Si rogase mi señor al profeta que está en Samaria, él lo sanaría de su lepra”. Era una jovencita- quizás adolescente - que había sido arrancada de su familia, de su pueblo, de su idioma, de su religión y puesta a trabajar para extraños. No conocemos los detalles de su captura, quizás acompañada de la muerte de su familia y terribles vejaciones. Pero a pesar de todo lo que tuvo que soportar, encontró en Dios el consuelo, el ánimo, y hasta un cambio de corazón. En lugar de guardar rencor contra sus captores y desearles el mal o alegrarse con la enfermedad de aquél que la había esclavizado, busca ayudarlo. Le cuenta a la esposa de éste, acerca del Dios de Israel y de Su profeta. Ella demostró tal confianza en Dios, que transmitió esta fe también a su ama y luego a su esposo. Ella dio testimonio en el lugar menos favorable para ello.
Se destacó por su fe, compasión y testimonio. Según las palabras de Jesús (Lc.4:27), ninguno de los muchos leprosos que había en Israel en este tiempo fue sanado, sino solo este extranjero. Por lo tanto, esta chica nunca había escuchado que Eliseo pudiera sanar a un leproso, pero ella confiaba en el Dios de Eliseo que sí era todopoderoso. Su testimonio es tan impactante que convence a su ama, luego a su amo e incluso al rey de Siria. Por su testimonio este general es sanado y salvado. ¿No será que Dios permitió que pasaran tristes cosas en su vida, para que ella luego fuera el canal de salvación para este hombre y quién sabe para cuántos más? 
¿Qué la hizo diferente? ¿Qué la hizo amar a sus enemigos, perdonar a los que le infringieron dolor y convertirse en bendición? ¿Cómo se logra ser de bendición a pesar de haber pasado por grandes injusticias? ¿Cómo se puede estar gozoso aún en medio de grandes pruebas y pérdidas? Esto solo se logra al estar bien cerca del Señor, al tener profunda comunión con Él. Ahí actúa el “Dios de toda consolación” (2Co.1:3). Allí el Dios de amor obra de tal manera que podemos amar incluso a nuestros enemigos. En medio de situaciones difíciles, podremos dar un precioso testimonio del poder de Dios para cambiar, sanar y restaurar vidas. 

🖋️ Esteban Beitze