🔊📖🐔 EL CANTO DEL GALLO
🗓️ 20/1/2024
SERIE: SÁBADOS DE CAMBIO ↪️
Título: La logística de Dios
Hace un tiempo recibí un audio por whatsapp de una misionera sirviendo al Señor en Pakistán. En ese audio compartía una situación que vivió con su vehículo, contaba que mientras conducía lejos de su casa, sufrió un desperfecto mecánico, el cual no solo generaba muchos problemas en ese momento, sino también en los días siguientes. También contaba como en el mismo lugar donde el auto se detuvo, había una persona con el conocimiento y la disponibilidad para solucionar el problema. Sin duda la mano de Dios estaba allí.
Si bien he escuchado otras experiencias como esta, e incluso junto a mi esposa vivimos dos situaciones similares, lo que quiero destacar es la enseñanza que dejó esta misionera en su relato. Ella decía, así como Dios obró en disponer de una persona para reparar mi vehículo, ¿no podría haber extendido su mano para evitar la falla?, ¿no hubiera sido más fácil, menos problemático?, al fin y al cabo era lo mismo, e incluso más rápido. ¡La respuesta es un rotundo SI!, si podría haberlo hecho, pero en ese caso, decía ella, no hubiera experimentado el cuidado de Dios y posiblemente no me hubiera acordado de El en todo el viaje. Que mirada tan clara de alguien que aprendió a ver a Dios en los detalles.
En Éxodo encontramos la misma enseñanza. Cuando leemos la historia de cómo Dios liberó al pueblo de Israel de la esclavitud, parecería que el Señor dio muchas vueltas para llevar adelante su propósito. Se cree, aunque no hay datos firmes, que entre la llegada de Moisés a Egipto con la misión de liberación y la consumación de la victoria en el cruce milagroso del mar Rojo, pasó alrededor de un año. Acaso ¿Dios no hubiera podido impactar la vida de faraón de tal manera que, el mismo día en que Moisés se presentó por primera vez ante este, dejara salir al pueblo de inmediato?, ¿no hubiera sido mas rápido, mas simple?. La respuesta vuelve a ser un rotundo SI, si podría haberlo hecho. Pero sabiendo Dios que, muchas veces nos cuesta entenderlo, nos deja claro sus razones en la última parte del versículo 2 de Éxodo 10, “… para que ustedes sepan que yo soy el Señor”. Es verdad que en esa porción encontramos dos motivos mas, el primero nos dice que fue para Amonestar a la nación opresora de Egipto, el segundo fue para que su pueblo pueda Anunciar las maravillas de su liberación, pero el tercero, y en el que me enfoco en esta oportunidad, es para que podamos conocerle y Él sea Adorado, “que sepan que yo soy el Señor”. Este resultado se puede ver en el cántico plasmado en el versículo 15 del mismo libro, nos deja ver que el pueblo de Israel al borde del mar rojo y luego de ver la poderosa mano de Dios, alabó y adoró al Señor dándole toda la gloria.
Cuanto tenemos que aprender de todo esto, será que aún nos cuesta confiar en la manera en que Dios hace las cosas, por lo menos a mí sí. Que nuestra fe sea fortalecida y podamos confiar que Dios obra, permite y actúa para que recordemos que Él es el Señor.
🖋️ Nico Bruselario (ICE Eternidad calle Cervantes 547 – Entre Rios)