🔊📖🐔 EL CANTO DEL GALLO
🗓️ Jueves, 7/3/2024
Serie: 📖 ❤️ CONSEJOS Y VIDA
EP#8 Palabras, palabras, palabras…
📖 Lectura: Eclesiastés 5:1-7
Eclesiastés 5:7 - Hablar no cuesta nada, es como soñar despierto y tantas otras actividades inútiles. Tú, en cambio, teme a Dios.
Promesas… Tantas cosas quedan en promesas, en palabras sin cimientos, en dichos ilusorios y fantasías emocionales. Soltamos frases, juramos lealtades, y abandonamos lo declarado en la primera oportunidad que descubrimos la irracionalidad de nuestros compromisos voluntarios realizados a la ligera.
"A las palabras se las lleva el viento" es un refrán tan conocido como practicado. Creemos que podemos abusar de la buena voluntad de Dios y su misericordia, ofrendando con adulaciones pero sin acciones. ¡Qué equivocados! ¡Después de todo, Dios está en el cielo, y tú estás aquí en la tierra! ( 5:2 ).
En tanto, el consejo de Salomón: "no dejes que tu boca te haga pecar" ( 5:6 ). ¿Cuántas mentiras hemos pronunciado en busca de obtener el favor divino? Por eso, "mejor no decir nada que hacer promesas y no cumplirlas" ( 5:5 ). Quizás, ya hemos estado pidiendo perdón a muchos, por mucho tiempo, porque somos incapaces de hacer lo que hemos afirmado ( 5:6 ).
Me atrevo a decir que Dios no quiere promesas, pues todas ellas son cosas que "haremos", que aún están por concretarse. Nuestro Padre celestial anhela vidas que aquí y ahora sirven, se entregan, se sacrifican y muestran a Cristo en cada segundo de su peregrinaje. Las promesas, en ocasiones, intentan compensar nuestros fracasos presentes con actitudes futuras.
Como un artista expresó, buscando acercarse al pensamiento divino: "No quiero tus flores, no quiero todo tu jardín. Prefiero que adores, encontrarme cerca tuyo de principio a fin, lo que queda por vivir".
El punto central, el equilibrio perfecto, es presentado: "Tú, teme a Dios" ( 5:7 ). Tener consciencia de Su Grandeza, limitará nuestras palabras, infundirá respeto en nuestra habla, y nos conducirá a una sencillez de corazón que agrada a Dios.
🖋️ ELEAZAR SALOMÓN