🔊📖🐔 EL CANTO DEL GALLO
🗓️ Martes, 21/5/2024
Serie: 🔎📚 CASOS ASOMBROSOS
EP#9: OREJAS FAMOSAS
📖 “Te es mejor entrar en la vida con un solo ojo, que teniendo dos ojos ser echado en el infierno de fuego.” (Mateo 18:9)
En 1888, en la ciudad de Arles, cuando Vincent van Gogh agarró su cuchilla de afeitar y se cortó su oreja izquierda. ¿La razón? Nadie lo sabe a ciencia cierta. La leyenda popular afirma que se habría enamorado de una prostituta bastante mayor que él, en busca de afecto maternal y que esta, al escuchar la declaración de amor del propio Vincent, le respondió entre risas y sarcasmos: - “Me voy a enamorar de ti, el día que te cortes una oreja y me la mandes como obsequio.”
Ese hombre presumiblemente esquizofrénico, mandó a la mujer su oreja de regalo, a fin de ser correspondido. Podríamos decir que es una de las pérdidas de oreja más famosas de la historia. La otra célebre pérdida de oreja tuvo lugar cuando “las tinieblas tuvieron su momento”, los falsos maestros, jueces, tribunos y guardias del templo van a aprehender al Mesías, y ocurre que: “Entonces Simón Pedro, que tenía una espada, la desenvainó, e hirió al siervo del sumo sacerdote, y le cortó la oreja derecha. Y el siervo se llamaba Malco.” (Juan 18:10) Este Malco - criado del Sumo Sacerdote- se vuelve importante a partir de que Nuestro Señor le restaura su oreja, evitándole seguramente quedar mutilado, desangrarse en el monte o perder la audición. Jesús ordena a Pedro, le interpela (y nos interpela) “Mete tu espada en la vaina; la copa que el Padre me ha dado, ¿no la he de beber?” (Juan 18:11). “¿Acaso piensas que no puedo ahora orar a mi Padre, y que él no me daría más de doce legiones de ángeles?” (Mateo 26:53). “Como cordero...al matadero” (Isaías 53:7) pagó el precio de nuestro pecado. Él podía haber llamado miles de ángeles para salvarse de ser crucificado, pero eligió pagar la pena completa por nuestro pecado.
📲 FRASE DE VIDA:
Las manos de Jesús ataron en el Huerto donde Él oró,
Lo avergonzaron por las calles.
Escupieron al Salvador, Él puro y sin pecado,
Dieron voces “¡Crucifícale!”
Pudo llamar a diez mil ángeles
A destruir el mundo, y librarlo a Él.
Pudo llamar a diez mil ángeles,
Pero murió a solas, por ti y por mí.
(Traducción libre de “Ten Thousand Angels” por Ray Overholt, 1959).
🖋️ Sergio Generali