Aarón - Su Legado, segunda parte

🔊📖🐔 EL CANTO DEL GALLO

🗓️ Jueves, 26/9/2024

Serie: 🕎 Aarón*
 
EP#9 Aarón - Su Legado, segunda parte 

📖 (Números 17)

 Timothy Keller escribió: “El Señor nunca desperdicia una herida, sino que la usa para dar vida nueva,” Aarón nos deja como legado que, aún en los desiertos de la vida, Dios puede hacer florecer Su propósito. 

La vara seca de Aarón no solo floreció, sino que dio almendras, fruto de vida, lo que parecía perdido alcanza un valor y propósito eterno. Esa vara florecida es un símbolo vivo de lo que Dios puede hacer en cada uno de nosotros. No importa cuán árida sea nuestra temporada, o cuán frágiles nos sintamos; Dios tiene el poder de hacer brotar vida en la sequedad. “Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto” (Juan 15:5). En Su presencia, lo estéril da fruto, lo inerte cobra sentido, y lo marchito revive con nueva fuerza.

El testimonio de Aarón nos habla de restauración y esperanza. Su vida es un recordatorio constante de que Dios no se olvida de Su pueblo, ni de aquellos que ha escogido para cumplir Su obra. Dios tomó a un hombre que falló, que cedió ante la presión del pueblo, pero al reconocer su error Dios lo restauró para llevar adelante el llamado que le había encomendado. “Donde el pecado abundó, sobreabundó la gracia” (Romanos 5:20). 

Martin Lloyd-Jones escribió: “No importa cuán profunda sea tu caída, la gracia de Dios es aún más profunda,” Así como Dios no desechó a Aarón en su debilidad, tampoco nos descarta a nosotros cuando caemos. Él nos levanta, nos limpia, y nos coloca nuevamente En el camino. 

Así como Aarón fue llamado a interceder por el pueblo, también nosotros somos llamados a ser intercesores, a vivir como sacerdotes del Dios Altísimo, llevando luz en medio de la oscuridad, vida en medio de la muerte. No somos llamados por nuestra capacidad, sino por Su gracia. “Mi poder se perfecciona en la debilidad” (2 Corintios 12:9), dice el Señor. Nuestra fragilidad, en las manos de Dios, es el terreno donde Su gloria se manifiesta con más fuerza.

Hoy, somos invitados a confiar en que el mismo Dios que hizo florecer lo seco en el pasado, puede obrar en nuestras vidas con el mismo poder. Tal vez estés atravesando un desierto, donde las esperanzas se desvanecen y los sueños parecen distantes, pero si te arrojas en Sus manos, verás cómo, al igual que la vara de Aarón, tu vida dará fruto a su tiempo. Un fruto que será testimonio del Dios de lo imposible, del Dios que nunca abandona ni desatiende a Sus hijos.

Que nuestras vidas sean, como la vara de Aarón, un milagro en manos de Dios, una historia viva de transformación que refleje Su poder, Su amor y Su gloria.
 
🖊️ Nelson Gallitto