🔊📖 CENTRO CRISTIANO Y MISIONERO ETERNIDAD
🗓️ Jueves, 3/10/2024
Serie: 🏺 Lágrimas en Su redoma
/04/ Lágrimas de duelo
📖 “Mujer ¿por qué lloras? ¿A quién buscas?” (Jn. 20:15)
Mi papá murió cuando yo tenía 3 años y mi hermano 2 meses. Mi mamá no estaba con él en ese momento y no se despidió. María Magdalena sentía una angustia semejante, no pudo despedirse de Jesús y al ir a su tumba, estaba vacía. ¿Has vivido esto? ¡No pudiste despedirte y encontraste un féretro cerrado o el sepulcro sellado! O tal vez sean otras tus tumbas vacías: enfermedad terminal, carrera frustrada, divorcio, relaciones rotas, quiebra económica, desprecio público, trabajo que nunca se concreta, familiar que pasa por el dolor, etc.
Lágrimas imposibles de secar “¿Por qué lloras?” preguntó el ángel. “Porque se han llevado a mi Señor y no sé dónde le han puesto”. Aunque el ángel sabía dónde estaba, calló. ¡Qué lección! Él supo callar, para que el Señor hiciera la obra. “Mujer ¿Por qué lloras?” le preguntó el Señor. Pero ni las palabras de Jesús le consolaron, pues creía que era el Jardinero. El solo citar versículos bíblicos no consuela. No seamos como los amigos de Job: “muchas veces he oído cosas como estas; consoladores molestos sois todos vosotros” (Job 16:2)
El pañuelo de su Presencia. Todo cambió cuando fue consciente de la presencia del Señor. Jesús le dijo “María” y ella le dijo “Raboni, que quiere decir Maestro”, reconociendo que en medio del dolor Jesús tenía algo para enseñarle. Jesús está aquí aún frente a una tumba. Sí, él está a nuestro lado... ¿Lo vemos? ¿Somos conscientes de ello? Digamos hoy con Jacob: “El Señor estaba aquí y yo no lo sabía” y preparémonos para aprender la lección.
🖋 (HAG)