Las últimas palabras de DAVID

🔊📖  Centro Cristiano y Misionero ETERNIDAD 

 🗓️ Miércoles, 6/11/2024

Serie: 🛐 Como si fuera mi último día Versión 2021 

EP#8 Las últimas palabras de DAVID 

📖 Lectura: 2ª Samuel 23:1-7 “Aunque todavía no haga él florecer toda mi salvación y mi deseo” (2 S. 23:5)

Aunque todavía. Esta frase remarca lo no alcanzado. Cuando evaluamos nuestras vidas podemos encontrarnos con los “aunque todavía”. Es el “aunque todavía” de José en cadenas pensando en su sueño, es el “aunque todavía” de  Job pasando por el horno de la aflicción, es el “aunque todavía” de  Jeremías en el hoyo... Es el “aunque todavía” que experimentas en tu trabajo, tus estudios, el lecho de dolor, la iglesia, la familia.

Aunque todavía no haga él florecer. Dios le dijo que un justo reinaría con el temor de Dios y su intervención sería “como la luz de la mañana, como el resplandor del sol en una mañana sin nubes, como la lluvia que hace brotar la hierba de la tierra”. Era un sueño maravilloso, pero al enfrentar muerte y mirar su casa suspiró: “no es así mi casa para con Dios”. La realidad de su vida no coincidía con la promesa de Dios. Pues apuntaba a la raíz de David, Jesucristo. 

Aunque todavía no haga él florecer TODA mi salvación. ¡Cómo nos gustaría experimentar el TODO! Tal vez vives la experiencia del bambú. El bambú asiático es “la madera de los pobres”. Al sembrar la semilla de bambú durante los primeros siete años no sucede nada. Pareciera muerto. Pero al séptimo año y en un período de dos semanas el bambú llega a medir hasta treinta metros. ¿Creció recién en el séptimo año? No, creció durante siete años, pero el crecimiento no se veía, era subterráneo. Primero se produjo una red firme de raíces profundas para prepararse para el momento en que brotarían las yemas y de allí, en poco tiempo, tener un árbol de esas dimensiones. Confía, mi hermano, pronto brotarán las yemas.

Aunque todavía no haga él florecer toda mi salvación y mi deseo. ¿Estás plantado en tierra árida? ¿Sientes la sequedad de una tierra estéril? Hay salvación y deseo que florecerán. Sí, la eternidad es tiempo suficiente para mirar las cosas como las ve Dios. No te inquietes, ni reniegues, no desmayes, no abandones, levanta tus brazos. ¿La higuera está sin flores, las vides y olivos sin frutos y los corrales y rediles vacíos? Dile hoy “con todo me gozaré en el Dios de mi salvación” (Hab 3:17-19). La salvación y el deseo son dos brazos que tienen manos que se estrechan en el cristiano. El deseo nace de ti y la salvación viene de Dios. Y aunque todavía no los veas unidos pronto se tocarán, ellos florecerán, pues tanto las manos como las plantas tienen yemas.

📲 LA FRASE: “No importa el pasado, el presente o el futuro incierto, Dios el Bendito que está en ti, hace de ti un bienaventurado” 

🖋️ HAG