CASA

🔊📖🐔 EL CANTO DEL GALLO

🗓️ Jueves, 16/1/2025

Serie: 💻 Devocionales PC

EP#9 CASA

📖 “Me alegré con los que me dijeron: Vayamos a la casa del Señor.” Salmos 122:1 (NTV)

¿Alguna vez te preguntaste por qué vas a la iglesia? Hacé la prueba de preguntarlo el domingo cuando estén saliendo del culto.  Y seguramente vas a encontrar algunas respuestas como estas:
•    Me hace bien
•    Me gusta la música
•    Me gusta el mensaje del predicador
•    Me agrada la calidez de los hermanos.
Habría algunas más pero alcanza para mostrar esto: Por lo general las respuestas que damos a esta pregunta, están centradas en el “YO”. Las razones por las que vamos son para satisfacer mis necesidades y el objetivo es calmar mi problema. 

Es como pretender ir al cumpleaños de un amigo y hacer que todo lo que suceda en la fiesta gire en torno a tu persona, y no para homenajear al que cumple años. No seríamos buenos amigos, si actuáramos de esa manera. Seríamos muy egoístas.

No es un problema llevar a la iglesia nuestros problemas, porque Dios es tan bueno y tan paciente que aunque actuemos egoístamente, Él tiene siempre tiempo y atención para ver que nos está pasando. Pero si después de tanto tiempo que vamos a la iglesia, la única motivación sigue siendo mi persona, hay algo que no está bien. 

Es una evidente falta de madurez, es una clara muestra que somos egoístas, con la persona que ha sido más generosa con nosotros. Dios.

Por eso la próxima vez que vayas a la iglesia, intentá imaginar que te abre la puerta el mismo Señor Jesucristo, con sus manos y sus pies agujereados por los clavos, con las marcas de la corona de espinas en su frente, con su costado abierto por la lanza, y con la sonrisa de verte entrar porque te estaba esperando.

Y tal vez esa imagen pueda cambiar un poco tu motivación para acercarte a la casa del Señor. Y en vez de pensar solo en tu ombligo, tengas la capacidad divina de ver que la iglesia es una comunidad, donde todos aportan y suman para el bien común, donde cada uno debe ocuparse de bendecir a otros, donde Dios nos llama a ver a los demás como importantes, como merecedores del mejor trato, del mejor saludo, de la mejor atención, de la dedicación de tiempo y sonrisas, donde cada uno debe ocupar su lugar para ocuparse de otro. Solo así te podrás alegrar con los que quieren ir a la casa del Señor.

📲 MORALEJA: ¿Te alegras realmente de ir a la casa del Señor?.

Daniel Perez Cliffe